Dueños de Supermercados Montserrat proponen venta de activos, nuevos créditos y más plazo para pagar millonarias deudas
La empresa, que decidió bajar sus cortinas y arrendar sus locales, inició un proceso de reorganización judicial en el que informó pasivos por $ 121.726 millones, unos US$ 133 millones de hoy.
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La familia Bada presentó su propuesta de reorganización financiera de Supermercados Montserrat. Ante un complejo escenario, el clan cerró sus locales en julio del año pasado (varios ya fueron arrendados a otras empresas del rubro), pero mantiene millonarias deudas con una serie de acreedores.
En el proceso de reorganización judicial, la compañía informó pasivos por $ 121.726 millones al 28 de febrero de este año, unos US$ 133 millones al día de hoy.
“Montserrat se encuentra en plena disposición a otorgar a sus acreedores una propuesta integral de restructuración de sus créditos, otorgando una fórmula que, mediante diversos cursos de acción corporativos y de financiamiento, logre solucionar en un mediano plazo sus obligaciones de toda naturaleza”, dijo la empresa en su solicitud de reorganización de abril de este año. Su representante legal es Andrés Bada Gracia y cuenta con la asesoría del estudio Nelson Contador Abogados y Consultores.
El pasado 28 de junio, la empresa ingresó a la justicia su esperada propuesta de reorganización, en la que se pide un plazo de gracia de 24 meses desde la aprobación del acuerdo para el pago de capital e intereses.
También se propone una fusión entre Montserrat (SMSA) e Inmobiliaria Santander S.A. (ISSA), mediante la adquisición de la totalidad de las acciones de la segunda por parte de la primera, con el objeto de consolidar los activos y pasivos de ambas compañías en un único deudor.
La inmobiliaria es propietaria de varios de los locales en los que operó la cadena de supermercados. En su página web, la firma dice que controla y opera 36 puntos, entre ellos centros comerciales, strip centers, grandes locales y bodegas, con una superficie bruta arrendable de 162.627 metros cuadrados.
El martes pasado, SMU -matriz de Unimarc, Mayorista 10 y Alvi- anunció que arrendaría la mayoría de los locales donde operaban los supermercados Montserrat, tras lograr un acuerdo con -precisamente- la Inmobiliaria Santander, dueña de estas propiedades. Esto, luego que la Fiscalía Nacional Económica (FNE) diera el visto bueno -en primera instancia- para el arriendo de 21 inmuebles.
La propuesta de reorganización de Montserrat propone la continuación efectiva y total del giro de las actividades comerciales de la empresa fusionada, con el objeto de generar los flujos destinados a financiar un calendario de pagos por el saldo de los créditos afectos al acuerdo, que no pueda ser solucionado con el producto de la venta de activos.
“Cabe hacer presente que Inmobiliaria Santander S.A. llevará a cabo un acuerdo de reorganización judicial cuyas estipulaciones serán exactamente las mismas que las contenidas en el presente acuerdo”, dice la propuesta, en la cual se señala que Montserrat será la continuadora legal de ISSA.
El acuerdo considera la venta ordenada, por parte del Interventor y la comisión de acreedores, de todos los bienes inmuebles actualmente de propiedad de ISSA, una vez que se produzca la fusión.
Luego, el plan propuesto apunta a que se pagará a los acreedores con el producto de la venta ordenada de parte de los bienes de la empresa fusionada.
Además, el clan Bada plantea el refinanciamiento de los créditos afectos al acuerdo, mediante la suscripción de un crédito sindicado, que en lo sustancial se traduce en la consolidación de los pasivos financieros de ISSA y SMSA y la formación de una prorrata de pagos en la venta de los inmuebles.
El crédito sindicado estará dividido en dos tramos: un crédito puente por hasta 420 mil UF y créditos de acreedores garantizados afectos al presente acuerdo.
Entre los acreedores que figuran en el plan de pago están BTG Pactual y los bancos De Chile y Santander, además de Tanner.
La crisis social y la pandemia
En su solicitud de reorganización, la empresa señaló que estuvo en el rubro supermercadista por más de 50 años, y que logró en la década de los 90 y siguientes, hasta el año 2010 aproximadamente, un crecimiento importante en ventas y en cantidad de locales y superficie construida, llegando a constituirse en una cadena de 35 supermercados entre la Región Metropolitana y la Región de Valparaíso.
Luego, apuntó a los graves efectos que le generó la crisis social. “La situación económica de Supermercados Montserrat se originó en gran parte desde el denominado estallido social de octubre y meses siguientes del año 2019, en que la empresa fue saqueada en 32 de los 35 locales de la cadena”, precisó.
Aseguró que esto dejó a la firma sin mercadería, en una época del año en que típicamente se concentran la gran mayoría de las ventas del año para las empresas comerciales.
Afirmó que, de los 32 locales saqueados hubo dos de ellos que fueron cerrados permanentemente por los daños en las instalaciones, y nunca más pudieron abrir al público.
Señaló que, si bien los seguros comprometidos en dichos siniestros lograron indemnizar a la empresa un año después, éstos, aseguró, no pudieron indemnizar el gasto más importante de la firma, que son las remuneraciones y la previsión social de los trabajadores.
Luego, se centró en la pandemia, que llegó poco tiempo después del saqueo a los locales producto del estallido social. “Otorgó resultados brutales en la operación de la compañía, en el entendido que los permisos para los clientes en el invierno de 2020 llegaron a ser de 3 horas a la semana para compras en supermercados, lo que generó que los clientes prefirieran supermercados de la competencia, cuya ventaja competitiva consistía en una mayor variedad de productos en un mismo local”, destacó la empresa.